Mi padre no pertenecía realmente a aquel mundo y terminó habitándolo solo por una voluntad de revancha, para rehuir la miseria en la que se había criado y demostrar que valía mucho más de las denominaciones con las que solían burlarse de él cuando era aprendiz. Sin embargo, el reconocimiento era suficiente para él, escuchar […]
Lee másLos amantes infelices
Hoy cumplimos cuarenta años de amantes, y me moría de ganas de agarrar un maldito celular y llamarte. Decirte: “¿Paco, amor mío, recuerdas que han pasado cuarenta años desde que nos entregamos solemne y mutuamente los corazones?” Ni los votos matrimoniales, enunciados a gran voz ante Dios dentro de su templo han podido disolver esa […]
Lee más